Mis queridos lectores:
la foto de hoy ilustra otra de las cosas que te puedes encontrar en Mumbai. Taxis decorados hasta lo imposible. Suponía que si lo contaba habría alguno al que le costase creerlo, así que nada mejor que una foto. Como se puede apreciar lleva flores colgando de una estatua de Shirdi Sai Baba (no confundir con Sathya Sai Baba -podéis buscar más información en Internet-) en la parte delantera, una lámpara en el techo y de ella baja una barra de bar decorada con luces de colores. La tapicería de los asientos merecería un capítulo aparte. Sólo decir que hay de todo y para todos los gustos.
Que los taxis tengan 30 años, funcionen a gas, no tengan cinturones de seguridad ni espejos retrovisores laterales, toquen el claxon cada vez que se desplazan, el interior esté más sucio que el exterior, haya mil mosquitos cuando lo coges, las ruedas tengan más años que el coche, haya cables colgando por todos los sitios (y eso que el coche apenas tiene nada eléctrico más allá de las luces que iluminan las figuras de los dioses) , que el taxista nunca tenga cambio o que siempre intenten timarte con el precio de la carrera son cosas que no han de aparataros de la experiencia de recorrer Mumbai en uno de los 50.000 taxis que se estima hay en la ciudad.
En otro orden de cosas, este fin de semana me voy a Pune, ciudad situada a unos 150 kms, de Mumbai. Para ello invertiré 4 horas en tren (eso espero).
Y si este domingo 26 tenéis tiempo y ganas, creo que saldré por el canal cuatro de la televisión. El programa es Callejeros Viajeros y la cita es a las 21:30 si no estoy mal informado.
"El que cree en el Hijo posee la vida eterna"